Con raíces en Vitoria y un espíritu errante, su historia comenzó en Madrid, donde, además de trabajo, encontró a su gran amor. Juntos han navegado por el caos de mudanzas, sobrevivido a una pandemia (¡una gran oportunidad para acercarse aún más!) y enfrentado muchos contratiempos. Tras años de convivencia, exámenes, viajes y el inexorable y aterrador paso del tiempo, finalmente decidió dar el gran paso y pedirle matrimonio. Pero como todo buen cuento, han tenido que sortear desde una casi cojera en una de sus aventuras hasta un anillo de compromiso que decidió tomarse unas vacaciones y no llegar a tiempo. Afortunadamente, ella es muy comprensiva.
Ahora, desde Bilbao, sigue a su pareja por amor (y porque, seamos honestos, no tiene más remedio). Está emocionado por celebrar este día tan especial con todos vosotros y, esta vez, espera no perderse entre los invitados, porque ya sabe que con tanto amor en el aire, la fiesta promete ser inolvidable. ¡A disfrutar!